Ojos que no ven, corazón que no siente


Notas para un estudio bíblico de Ecle. 1: 12-18

I. Acercamiento al texto.
a. Si en los versículos anteriores habíamos escuchado al autor hablar diciendo palabras ajenas, ahora lo que se va a decir son de la propia cosecha. Se nos vuelve a presentar como rey de Israel en Jerusalén, pero esta vez no se menciona a David como padre como en v.1.1. Se confía en la memoria del pueblo de identificar al autor con su padre David. Como su sucesor.
b. ¿Por qué este interés del autor en que se le identifique con Salomón? Es conocido por todos el prestigio de Salomón en el panteón real de Israel como ejemplo de autoridad, de sabiduría, de riqueza y esplendor. El que tenga alguna duda bien le sería releer el primer libro de Reyes del 3 al 10.
c. ¿Qué sabemos de Salomón? Sabemos algunas cosas, pero sobre todo que disponía de todos los recursos de su tiempo desde la óptica humana. Estaba en condiciones de ser feliz y de tener seguridad. Y si esto nos parece poco entonces hemos de recordar el empeño de la tradición escritural en hacernos ver a Salomón como ejemplo de un rey sabio. Pero a la vez tenemos que Eclesiastés lo que busca es reducir la sabiduría convencional dada su ineficacia y carencia de fundamento.
Los vv. que hoy estudiamos contienen lo que los estudiosos del texto llaman “ficción salomónica”

II. La tarea del sabio.
a. Las tareas de un hombre o mujer que pretenda encontrar sabiduría podrían resumirse en dos cuestiones:
1.    Investigar: Aquí se trata de buscar, estudiar, consultar, indagar, averiguar.
2.    Explorar: Aquí se trata de reconocer, mirar donde antes no se ha mirado. No hay que dejar ningún sitio de la vida humana sin cuestionar.
b. Esta invitación del autor a mirar nuestra vida como con una lupa no aparece descrita en ninguno de los mandamientos que se le ha dado al pueblo de Israel. De hecho no hay un mandamiento referente a la búsqueda de la sabiduría propiamente dicha. Así que este llamado a la búsqueda del sentido de la vida podría resultarnos contranatural.
 c. Veamos el v.14 y los posteriores  . Con el uso del pronombre personal “yo” he observado, se nos presenta una intencionalidad: la tradición, la trasmisión de experiencias de los antepasados, pasa a un segundo plano. Es el autor el que ha mirado más allá de las sentencias de sus antepasados. Lo que nosotros vivimos no puede ser sustituido por lo que otros antes que nosotros experimentaron. d.  El fracaso de la sabiduría para satisfacer. Eclesiastés 1:12-15
Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén. Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él. Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.
Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse.
e. Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén: Salomón fue famoso internacionalmente por su gran sabiduría. Si las respuestas para las aparentes vanidades de la vida podían ser halladas por medio de la sabiduría, Salomón era aquel que las podía encontrar.
f. La gran sabiduría de Salomón era un don de Dios. Cuando Dios le ofreció lo que él quisiera, él pidió sabiduría, especialmente la sabiduría para dirigir al pueblo de Dios (1 Reyes 3:5-28). Por lo tanto Dios hizo tan sabio a Salomón que él escribió miles de proverbios, y él era considerado el más sabio que todos los hombres de sus días (1 Reyes 4:29-34).
g. Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo: Con la habilidad única para realizar tal búsqueda, Salomón buscó las respuestas en la sabiduría – con la cual él quiso decir sabiduría humana, la cual excluía las respuestas a la luz de la eternidad.
h. Di mi corazón a inquirir y a buscar: Las dos palabras no son sinónimos. El primer verbo implica penetrar en algo en la profundidad de un objeto delante de uno; la otra palabra es el tomar un estudio comprehensivo de los asuntos más lejanos; así que los dos métodos y ámbitos de investigación se dan a entender.
i. Esta es la sabiduría de aquellos que nos guían a una vida mejor en el aquí y ahora; como vivir una vida más saludable, feliz y prospera. Esta sabiduría ciertamente tiene valor, y muchas vidas estarían mejor si la siguieran. Pero si ésta excluye una verdadera apreciación de la eternidad y de nuestras responsabilidades en el mundo por venir, esta sabiduría no tiene una respuesta verdadera a la insignificancia de la vida. Solamente nos muestra cómo vivir mejor nuestra vida sin sentido.
j. En otros lugares en Eclesiastés, se piensa que la sabiduría es una bendición – como así lo es; aún la sabiduría que excluye la eternidad (Eclesiastés 7:11-12, 7:19). Pero esta forma de sabiduría debajo del sol no puede dar luz sobre el problema de la vanidad e insignificancia de la vida.
k. Todo lo que se hace debajo del cielo: El cielo y la eternidad de Dios aquí no están a la vista, solamente los cielos del día y la noche. Esta es otra manera de expresar, “debajo del sol.” Toda la obra del hombre, sus logros, y su búsqueda de sabiduría parecen que no alcanzan sumar nada.
l. “Todo lo que se hace debajo del cielo nos muestra que el total de recursos del punto de vista limitado del mundo son el objeto de estudio; los asuntos verticales aún no están a la vista.” (Eaton)
m. Este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él: La aparente futilidad de la vida viene de Dios, él lo dio al hombre. Dios deliberadamente a construido un sistema en donde la vida parece sin sentido y vacía, sin el entendimiento de un Dios vivo y activo, a quien nosotros debemos de tomar en cuenta.
n. Parecería cruel de parte de Dios el haber ideado tal sistema, pero en realidad es la evidencia de Su gran amor y misericordia. él construyó dentro de nosotros el deseo y la necesidad por aquello que trae significado y realización a nuestra vida. Como Agustín escribió, el Creador hizo un espacio con forma de Dios en cada uno de nosotros, la cual puede ser lleno únicamente con él.
ñ. Este deseo no se encuentra únicamente en nosotros como personas, pero también en la misma creación. Dios también sujetó a la creación a esta futilidad hasta que él un día traiga la promesa del cumplimiento. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza (Romanos 8:20).
o. Al mismo tiempo, este es un penoso trabajo. No es siempre fácil el encontrar estas respuestas, debido a nuestro orgullo, autosuficiencia, y amor propio, los cuales obran en contra de encontrarla.
p. Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse: La búsqueda inicial del Predicador para las respuestas en la sabiduría (debajo del sol) le trajeron únicamente desesperación.
q. Con su usual franqueza devastadora, Qohelet es rápido para decirnos lo peor. La búsqueda a llegado a nada.
r. La tercera conclusión explica el porque el pensador de ‘debajo del sol’ esta tan frustrado. Es porque hay peculiaridades (lo torcido) y agujeros (lo incompleto) en todo pensamiento. No importa como pondere el pensador, él no puede enderezar las anomalías de la vida, ni reducir todo lo que ve en un sistema ordenado.

III. Eclesiastés 1:16-18 El fracaso de la sabiduría es confirmada. 

Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia. Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu.
Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.
a. Hablé yo en mi corazón: Esta forma de aproximarse es natural para cualquiera que busque por la respuesta debajo del sol, apartado de una perspectiva eterna. Ellos buscan adentro por sabiduría y respuestas, en lugar del Dios que gobierna la eternidad.
b. Dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu: La búsqueda repetida e intensificada por la sabiduría no trajo ningún significado final. La solución no era en pensar con más fuerza y buscar mejor, todo era aflicción de espíritu.
c. Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor: Mientras el Predicador entendía más la vida debajo del sol, más grande era su desesperación. Mientras más aprendía, más se daba cuenta de lo que él no sabía. Mientras más sabía, más sabía de las tristezas de la vida.
i. Mientras que la sabiduría este restringida al reino ‘debajo del sol’, esta ve el palpitante tumulto de la creación, la vida corriendo alrededor de sus circuitos por siempre repetitivos, y nada más. Mientras más entiendas, más te duele.

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