Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2022

¡Agarra fuerte la cucharilla pequeña!

Imagen
                        Hay que encender una luz en la oscuridad Todos tenemos días buenos. Todos tenemos días malos. Y la diferencia entre ellos a veces es una delgada línea: la llegada de una mala noticia, el encuentro con un evangelio vivo, el sentimiento de pérdida que siempre está dispuesto a tocar a nuestro corazón, el mensaje de gratitud de alguien que está lejos y nos recuerda, una palabra sin misericordia que hiere como un cuchillo de carnicero, una mano que nos acaricia el hombro para decirnos que no estamos solos. Si, todos tenemos días buenos y días malos. Pero somos nosotros los que decidimos vivir en el presente. Para los días buenos no se venden manuales. Y es que en realidad no los necesitamos porque la mayoría de nosotros sabemos que la alegría nos toma por asalto y nos dejamos llevar por ella. La alegría es contagiosa. Pero para los días malos se han escritos muchos libros. Hay muchas recetas. Hay muchos poemas. Hay muchas canciones. La tristeza también es conta

Los frutos de la victoria

Imagen
                              I. Lectura de Rut 3,16-18   y 4, 13-17 II. El regreso de Rut  a .      A su regreso Rut es acogida de manera extraña `por Noemí. La pregunta que le hace, en hebreo textual es, ¿Quién eres? La misma pregunta que anteriormente ke había hecho Boaz. Ver. 3.9. b.     Pero si la pregunta de Boaz era comprensible dada la oscuridad de la noche, la de Noemí en incomprensible. ¿Por qué preguntar a Rut por su identidad a esta altura del relato? ¿Acaso espera que su exnuera haya cambiado de identidad? ¿Acaso Noemí espera que Rut esté embarazada? ¿Acaso está prometida con Boaz? c.      Pero el narrador es quien nos cuenta la no respuesta de Rut. Más bien Rut se limita a narrar lo que ha acontecido. Las cosas no son tan fáciles como Noemí espera, así que no puede responder a su pregunta. d.     Pero Rut ha vuelto a casa cargada con seis efas de cebada. Y según ella por recomendación de Boaz no debe retornar a casa vacía. Quizás lo importante de estas pala

Ahora somos libres

Imagen
                          Hay que encender una luz en la oscuridad Hay hombres y mujeres que no saben vivir en el presente. Hay mujeres y hombres que se sienten muy cómodos con el pasado. Y hablan de él como si fuera un lugar donde habitara la felicidad. Pero el pasado no es un lugar para vivir. El pasado es sobre todas las cosas un lugar para aprender. Pero, si somos sinceros, tendemos que admitir que aprender nos cuesta. Requiere de mucho tiempo y de mucho tino. Y nosotros vivimos en la cultura de la inmediatez. En la cultura del desacierto. Los discípulos lo sabemos. Y comportarnos como lo haría Jesús nos demanda tener memoria y hacer esfuerzos. Ser agradecidos. Porque hay momentos en que el aprendizaje se torna un procedimiento doloroso. Donde al final portamos cicatrices que no la disimulan los tatuajes. A diferencia de la tradición judía donde los discípulos eligen al maestro, Jesús se da permiso para elegir a los discípulos. Y los va llamando uno a uno por su nombre. Pero

Estrategías maternales

Imagen
                                                                                                                                                                                                                         I.Lectura de Rut 3, 1-5  II. Transición. Ver. 2,23 a.      Durante la siega de la cebada Rut a seguido a las criadas de Boaz. Sin embargo no ha sufrido ninguna estigmatización por ser extranjera. Todo lo contrario se a topado con la generosidad del dueño de los campos y por eso estas dos mujeres pueden comer cada día. Pero las esperanzas tras el encuentro entre Rut y Boaz no ha tenido más alimentos. Boaz no ha tomado ninguna iniciativa. Noemi sospecha que el pariente solo le ofrecerá pan, pero no una casa. ¿Se habrá autoengañado Noemi? ¿Habría volcado sobre Boaz sus propias esperanzas? b.     El inicio del capítulo 3 nos revela que Noemí confiaba que sucediera algo. Pero sabe que el final de la siega los separará. Asi que decide tomar la iniciativa. Asi que envía

Remedio contra el miedo

Imagen
                          Hay que encender una luz en la oscuridad Se nos ha dicho que no debemos albergar miedos, pero hay algunos hombres y algunas mujeres entre nosotros que le temen a la muerte. Aunque la mayoría mostraremos nuestros temores durante esta vida. Y es que el miedo es una de esas sensaciones que nos acompañan desde llegamos a este mundo llorando hasta que le dejemos sin poder respirar. Se nos ha dicho que no debemos albergar miedos. Si, el miedo es entre otras cosas, la sensación de que nos pasará algo malo, o lo que experimentamos cuando abrazamos la creencia de que nos acontecerá algo desagradable. Y entonces nuestra mente y nuestro cuerpo comienzan a emitir voces de alerta, y el corazón se acelera, y la angustia nos toma por asalto. Y nos paralizamos. Y dejamos de ver el horizonte. Hay miedos irracionales. Hay miedos reales. Hay miedos que nunca nos dejan solos. Se nos ha dicho que no debemos albergar miedos. Y Jesús sabe de nuestra inclinación al espanto cu

La esperanza tiene nombre de varón

Imagen
                                        I. Lectura de Rut 2: 18-23  II. Habando de un pariente cercano. a.      Noemí quiere saber que ha pasado durante la jornada de trabajo de Rut. Pero el narrador nos quiere comunicar dos episodios que ocurren en el libro. En el primero se nos hace un resumen del encuentro del Rut y Boaz. Ver. 2: 18-23. El segundo será la conversación nocturna entre un hombre y una mujer. Ver 3: 1-6. b.     En la conversación entre Rut y Noemí el narrador está como ausente. c.      El diálogo entre estas dos mujeres cuenta con seis réplicas: cuatro de Noemí y dos de Rut. Pero la parte central de este diálogo en realidad es el parecer de Noemí sobre Boaz. i.                 Boaz es una muestra de la fidelidad del Sr. Dios. v.20ª ii.               Boaz es un pariente cercano. iii.             Boaz es un go´el. V. 20b. Quizás alguno se pregunta que es in go´el? Go´el , se le denomina en general, a quien puede tomar la justicia en su mano, en fin de venga

El invierno no dura para siempre

Imagen
                    Hay que encender una luz en la oscuridad El invierno no dura para siempre. Ahora lo sabemos. Los días son más largos. Y es en estos días que nos podemos encontrars con dos tipos de personas: los que han hecho un rompimiento con el pasado, porque allí había dolor. Y otras, los que parecen sumergirse en el futuro, creyendo que allí anida el bienestar. Pero nosotros hemos sido llamados a   vivir la esencia de las cosas, y esta esencia es atemporal. Si, lo realmente importante de la vida está en todas partes: estaba en el ayer, está en el hoy y estará en el mañana. Por ello, tú y yo, hemos de ser lo suficientemente avispados para reconocer los signos de nuestro tiempo. Y ser agradecidos. Y no dejarnos domesticar por la cultura imperante. Los evangelios nos narran que Jesús no sólo conoce el corazón de los discípulos sino que los discípulos reconocen su voz entre otras tantas voces. Nosotros le escuchamos en la oración y en la lectura de las Escrituras. Y es que a

Donde está el Espíritu de Dios allí hay libertad

Imagen
                                Queridos samaritanos: Los hombres y las mujeres somos especialistas en esconder cosas. Podemos esconder nuestros sentimientos. Y podemos esconder un regalo para nuestros hijos en algún rincón de la casa. Incluso podemos escondernos para evitar a los Testigos de Jehová. Sea lo que sea, cuando escondemos algo, lo que realmente hacemos es ponerlo fuera de la vista de los demás. Esconder puede significar también mantener algo en secreto. Pero nosotros no sólo escondemos las emociones sino que también escondemos defectos, errores, palabras, acciones. En esta mañana quiero hacerles algunas recomendaciones, está es la primera: si derramamos alguna bebida en el sofá, podemos esconder la mancha con un cojín o una colcha. Cuando los cristianos hemos comenzamos a mirar debajo de la nuestra superpie, y en la de los otros, podremos asustarnos y asumir actitudes muy diferentes. El texto de esta mañana de domingo es un ejemplo de ello. El evangelio nos presenta

Una extraña omisión

Imagen
                            I. Lectura Rut 1, 19-21  II. Comprendiendo a Noemí. a.      Las palabras que ha estado pronunciando Noemí parecen reflejar la desgracia que vive. Son las voces de una mujer que vive el desasosiego. Encerrada en un sufrimiento que no parece encontrar finitud. Sin embargo entre las palabras   que escuchamos y el mensaje que recibimos hay cierta ambigüedad. b.     Mientras Noemí repite a Orfa y Rut una y otra vez que vuelvan y retomen sus vidas, en realidad lo que nosotros escuchamos es una petición de auxilio que no deja de evocar su desgracia. En realidad Noemí no desea quedarse sola. c.      Esta impresión es reforzada por el hecho de que las conversaciones tienen lugar en medio de un camino, entre la partida y la llegada. ¿Por qué Noemí permite que sus nueras le acompañen para en la mitad del camino pedirle que la dejen sola? Desear y luego rechazar tal deseo es un comportamiento más propio de una persona desamparada.  III. Una extraña omisión

Al camino con esperanza

Imagen
                      Hay que encender una luz en la oscuridad Los caminos son geografías peligrosas. Con los años lo aprendemos. Hay personas que se pierden en ellos, aun cuando lo hacen acompañados. Otras se encuentran a si mismas, aun cuando caminan solas. Pero más temprano que tarde siempre hay un momento en nuestras vidas que el camino que transitamos se bifurca. Y es entonces cuando tenemos que tomar una elección. Después de muchos años he aprendido que es la meta a donde queremos llegar la que determinará el camino que hemos de tomar. Los caminos que transitamos los discípulos están llenos de dudas. Están llenos de   preguntas. Están llenos de   incertidumbres. Y estos caminos son cotidianos. Como el pan. Por eso los discípulos han de estar atentos a las señales, a las palabras, a las circunstancias que le rodean, porque son ellas las que utiliza el Sr. Dios para hablarnos frente al desconsuelo, frente al dolor, frente a la incertidumbre. Los caminos que recorre Jesús están

No basta con hacer. También hay que sentir

Imagen
                            El lavatorio de pies era un símbolo de sumisión entre los cristianos primitivos, pero nosotros tenemos un problema con todo lo relacionado a la sumisión hoy en día. Hay personas que aman hasta el final. Contra toda desesperanza. Contra todo pronóstico. Contra toda circunstancia. Jesús es una de esas personas. Pero los discípulos no lo tienen claro. Jesús tiene plena conciencia de lo que va a acontecer en cada momento de su vida. La lectura del evangelio de esta mañana nos dice que la noche anterior a su arresto, asumió el papel de un criado y comenzó a lavar los pies de los discípulos. También los de Judas Iscariote, para nuestro escándalo. Cuando sabemos lo que somos y a que somos llamados podemos darnos permiso para servir a los demás sin esperar nada a cambio. Nada. Cuando no sabemos quienes somos ni a qué hemos sido llamados preferimos optar por la autoridad, por el control y por la defensa a ultranza de los dogmas y de los reglamentos. Creyendo que