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Mostrando entradas de enero, 2022

A ninguno de nosotros nos gustan los finales tristes

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                              Pensando en voz alta A ninguno de nosotros nos gustan los finales tristes. Los evitamos. Preferimos las historias que aparentemente acaban con una victoria del bien sobre el mal. Con el triunfo de la justicia o del amor. Con un horizonte infinito que se abre ante nosotros. Con una resurrección. Los discípulos esperamos mucho de nuestra realidad circundante, pero en nuestro mundo hay aflicciones. Los discípulos hay días que nos remitimos al pasado como si fuera una tabla de salvación en medio del naufragio e intentamos encontrar en él la fuente de inspiración o de enseñanza para enfrentar los retos del presente. Pero en realidad del pasado sólo atesoramos fotos y recuerdos. A los discípulos se nos ha pedido que compartamos las buenas noticias y enfrentemos el mal. Que participemos de la sanación. Pero estas tres últimas cosas son arduas y poco cotidianas para nosotros. Asi que tras cada uno de nuestros fracasos. Después de cada lágrima. Después de cad

Los grandes milagros están llenos de pequeños gestos

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                                      Cuando queremos tener información sobre un producto leemos la etiqueta que lo identifica. Es como una carta de presentación. Pensemos ahora en un cristiano. ¿Qué contenidos puede tener la etiqueta que identifique a un cristiano? Con esta pregunta en mente vamos a leer el texto sobre el que se basa la reflexión de hoy. Lectura del libro segundo de Reyes capítulo 5 versículos del 1 al 18. La historia de Naamán se sitúa aproximadamente en el año 850 a.C. El que fuera reino de David ya estaba dividido en dos, el reino de Judá al sur y el reino de Israel situado al norte. En aquella época eran frecuentes las incursiones y asaltos en las tierras fronterizas para robar y saquear. Por aquél tiempo reinaba en Samaria, la capital de Israel, Joram, hijo del temido Acab. En la frontera norte estaba el principado arameo (sirio) de Damasco gobernado por el rey Jazael. Con esta historia vamos a destacar tres ideas. La principal de ellas hace referenci

No es suficiente con desear algo

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                             1. Lectura de Efesios 4: 25-28  2. Tres ejemplos concretos.   a.      Pablo puede hacer movimientos con mucha facilidad en esta carta. Puede pasar de lo grande, p. e. el debate teológico sobre nuestra doble naturaleza a lo pequeño, el comportamiento cristiano. b.     Hoy pretendemos hacer una lectura sobre el decir la verdad, controlar el enojo y la invitación a no robar. ¿Pero existe algún rasgo común en estas cosas? Podemos decir que si. c.      En primer lugar estas recomendaciones están vinculadas a nuestras maneras de relacionarnos. El ser cristiano no significa vivir en una relación con Dios y separado del resto de personas. No podemos ser generosos en el vacío. Solos. d.     En segundo lugar, si miramos la redacción, después de una prohibición negativa se plantea un mandamiento positivo. No basta con quitarse la ropa vieja, sino que hay que ponerse una ropa nueva. e.      En tercer lugar, hay una relación entre la ética y la creencia.

Me detengo en medio del camino y entono una canción

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                            Pensando en voz alta Hay un tiempo para orar en la soledad. Hay un tiempo para orar acompañados. Hay un tiempo para habitar el mundanal ruido. Hay un tiempo para emigrar al reposo. Al silencio. Hay unos días para practicar la presencia de la gente. Hay un día para cultivar la relación con el Sr. Dios sin prisas. Nosotros no hemos sabido hacer la diferencia entre estos dos tiempos. Entre estos días. Nosotros tenemos un problema. Las prioridades del Reino de los cielos no se asemejan mucho a las prioridades de nuestra cultura. Los discípulos tenemos que tener esto claro. Nuestras prioridades son los hombres y las mujeres que están cerca de nosotros, no los edificios y las instituciones. Si alguna cosa ha de estar en el corazón de los discípulos, si alguna señal distintiva han de portar, si alguna carta credencial han de mostrar, esa ha de ser la compasión. No se les exigirá otra. Jesús no se mantuvo ajeno a los roces con los fariseos. Jesús no se quedó

Cosas que no nos dijeron en la escuela dominical

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                        I.                Lectura de Efesios 4: 20-24   II.              Lo que espera Pablo de la vida cristiana.   a.      Es interesante ver el contraste de las diferentes versiones bíblicas en el momento de traducir el comienzo del texto. En realidad Pablo está reclamando a los lectores que el Cristo que ellos han conocido no tiene nada que ver con el que la vida práctica muchas veces refleja. b.     Frente al oscurantismo, la insensibilidad y el dejarse llevar por las pasiones como herencia cultural del paganismo Pablo propone una formación moral cristiana. Y es significativo como para este proceso de aprendizaje utilice tres verbos del pasado sin especificar su duración: aprender, oír y ser enseñado. Como si se tratase de ir a una escuela c.      V.20 habéis aprendido así a Cristo. Esto se refiere a las normas del catecumenado o discípulado, Cristo ha de ser el centro de la enseñanza. Y no sólo a trasmitir las ideas de su nacimiento, milagros, sacrifici

Planes

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                    Santiago 4: 13- 17 La carta de Santiago está escrita a quienes pertenecieron a las doce tribus de Israel convertidos al cristianismo y esparcidos en ese entonces. Junto con las epístolas de Pedro, Juan y la de Judas, forma parte de las llamadas epístolas universales, debido a que no están dirigidas a ninguna comunidad específica. La epístola de Santiago es probablemente la carta más antigua de todo el Nuevo Testamento ,subrayo dos palabras: probablemente y carta. La evidencia sugiere que fue escrita alrededor del año 60 d. C. La carta guarda un parentesco con la literatura judía de sabiduría. Una de las características de la epístola de Santiago son las lecciones prácticas que presenta. Habla de cómo debemos ver las aflicciones que vienen a nuestra vida. Enseña dónde debemos buscar sabiduría para nuestras vidas. Indica qué debemos hacer con la Palabra de Dios: hay que obedecerla y no solo oírla. Señala cuáles son algunas de las marcas de

Lo que ahora no vemos

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                Pensando en voz alta Algunas personas me preguntan qué es lo más importante en nuestra tradición: ¿el viaje o el destino? Yo albergo la sospecha que no es ninguno de los dos, sino que es la compañía. Y es que no hay nada como una buena compañía para hacernos soportable y sorprendente todo camino aunque en él haya espinos y haya lágrimas. La capacidad de asombro puede hacer mucho por nosotros. Puede hacer, por ejemplo, que se nos ponga la carne de gallina o que nos atrevamos a hacer una declaración de fe en medio de la gente.   Lo primero es lo más común, dado que vivimos en una cultura que alimenta el estrés colectivo. Lo segundo puede hacernos tropezar con la felicidad, con la generosidad y hasta con el pensamiento crítico. Al final somos nosotros quien tendremos que hacer la elección. Elegir entre la vida y la muerte que ha sido puesta delante de nosotros. Las sinagogas comenzaron a tener una finalidad apreciable durante el siglo I de nuestra era. Allí se reunía

La niebla lo inunda todo

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                            Pensando en voz alta El verano se nos fue muy rápido. Ya casi nadie le recuerda. Era como si los días pudieran volar. Pero los días del invierno son lentos. Ellos no tienen alas.   Las horas de luz son pocas. Y la noche parece eterna. Hay días de Enero cuando la niebla lo inunda todo. Como si fuera un aroma. La niebla no nos permite ver lo que tenemos delante. Pero eso no significa que los edificios y las personas no estén ahí. Para ver lo que acontece a nuestro alrededor sólo hay que abrir los ojos. Abrir las puertas de nuestras casas y de nuestras capillas y salir al mundo. Un discípulo de Jesús es alguien que vive con los ojos abiertos. Aun cuando hace una oración en el silencio de la noche. Un discípulo es ese hombre o esa mujer que se dan permiso para hacer uso de la compasión cuando nadie más lo hace. Alguien que elige ponerse los zapatos del otro. Porque sabe, sobre todo en su corazón y en su mente, que el dolor y el sufrimiento, no hacen acepción