La perpetuidad de la especie
I. Introducción.
En este segmento
del comienzo del capítulo 11, el Predicador reflexiona sobre la finalidad de la
vida y el sentido de la trasmisión de la vida humana. Y esto ocurre antes de
hablar, al final del libro, sobre ese momento irreparable de la decadencia
física y la muerte. Quizás por ello dedicamos
un tiempo especial a su meditación.
Entre los
versículos 1 al 6 hay una unidad literaria y temática como quizás no hemos
encontrado anteriormente. Y esto se debe a varios motivos. Miremos, por
ejemplo, como el grano, del v.1, se enlaza con a siembra, del v.4
y con la semilla del v.6. Algo parecido sucede con el término nube
de los vv.3 y 4. O como la frase no sabes, del v.2 hace juego con el v.
6ª.
Quizás tanta
sobrecarga de aforismos pretenda algo más que narrarnos los ciclos
reproductivos de la naturaleza. Quizás.
II. Cuando el
mensaje no es comprensible para nosotros
a) El v.1 es un
difícil de entender. ¿Qué nos quiere decir su autor? ¿O qué significado se le
puede atribuir aquí al término pan o aguas? Generalmente la
exégesis bíblica a considerado que quizás se refiera a una empresa de envío la
cual requería de una gran paciencia para el retorno de la inversión. La idea es
que es sabio y bueno el trabajar por un retorno que no se puede ver
inmediatamente. Otras veces, la interpretación sigue otros derroteros.
Algunos
comentaristas, como Trapp, Clarke, y otros,
piensan que esto habla de generosidad. Echa tu pan sobre las aguas
es para ellos una forma de decir, da tus cosas materiales a los necesitados
de una manera que pareciera ser un derroche, un derroche tal como el echar tu
pan sobre las aguas, y serás recompensado. Si este es el sentido, el
punto es mucho de lo mismo: haz algo ahora por una recompensa que no puedes ver
inmediatamente.
b) El v.3 es la
unión de dos refranes, que aparentemente no tienen vínculo entre si, pero que
se ajustan al contexto: lo imprevisible de la vida, lo que puede suceder sin
tener previo aviso, el azar.
c) El v.4. El
agricultor que se pasa analizando al viento o las nubes nunca
plantará sus campos, y por lo tanto no segará. El predicador nos empuja
de una manera gentil lejos de una aproximación analítica de la vida. Si siempre
estamos esperando condiciones favorables, entonces nos pareceremos al granjero
que siempre esta buscando el clima perfecto, y deja que todo el otoño pase sin
que un puñado de granos llegue a los surcos. El observar las circunstancias en
lugar de confiar en Dios es una muestra de incredulidad, rebelión, un temor
necio, y ociosidad.
d) El v.5.
Volvemos a enfrentarnos a un texto enigmático donde se nos presenta de manera
simple lo limitado del conocimiento humano. La siempre presente ignorancia
humana.
e) El v.6. Algunos
comentaristas han tomado siembra tu semilla para referirse a tener
hijos, siguiendo así al Talmud y Midrash, pero esto es difícilmente coherente
con el contexto. Y es que hasta ahora ha primado una idea principal: el autor
nos empuja hacia una humilde pérdida apropiada de la auto confianza. Debiéramos
entregarnos a todo tipo de trabajos, porque no sabemos los resultados. Sabemos
menos del futuro de lo que creemos; esto sacude la asegurada premisa anterior
de debajo del sol.
III. Una posible
ruta interpretativa
a) v.1. Semilla
como imagen del semen humano. Agua como símbolo del cuerpo femenino. Otras
imágenes son pozo o fuente. Ver similitud en libro de los Cantares 4:12-13, 15.
b) v.2. Repartir
la herencia entre los hijos. Con el paso del tiempo son los hijos el sostén de
los padres sobre todo cuando no sabes los que ha de acontecer en el futuro.
c) v.3. Lo
imprescindible de tener descendencia. Recordemos lo urgente que esto se torna
en las sociedades primitivas como señal de supervivencia.
d) v.5. La
biología humana tiende a la procreación. Y el autor invita a ello. ¿Esto es
utilitarismo? Lo es.
e) v.6. Aquí no se
están dando consejos agrícolas. No caigamos en este literalismo. El autor no es
un campesino. Así que si tenemos que vernos obligados a buscar un significado
entonces habrá que recurrir a la necesidad de la procreación, tanto cuando se
es joven, de madrugada, como cuando se tiene cierta edad, de tarde.
Sin duda estamos
ante un poema sobre la vejez. Pero la procreación debe estar siempre para
perpetuar el apellido y asegurarse la vejez.
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