Nos quita el frío que llevamos por dentro


 

 

 

 

 

 

 

Pensando en voz alta

En la tierra que habitan los discípulos hay rosas. Pero también hay espinas. Algunas son visibles. Otras están escondidas.

Los discípulos saben que en el mundo antiguo muchas enfermedades eran atribuidas a la posesión de un espíritu maligno. Pero los discípulos no tienen la necesidad ahora de quedarse embelesados en este tema mientras leen las Escrituras. Han de ir más lejos con ellas. Porque ellas nos revelan quien es Jesús. En ellas hay vida.                              

Los discípulos contemplan a Jesús luchando contra las fuerzas del mal delante de ellos. Y es que el mal siempre hará acto de presencia y aparentará vencer. Pero los discípulos no han de dejarse guiar por las apariencias.  El mal tratará de corromper todo lo que viene del Sr. Dios. Y se manifestará en el camino. En la casa. En el valle. En las plazas. Los discípulos albergan muchos temores y le han pedido a Jesús que les enseñe a orar. Jesús les ha musitado una oración que dice entre otras cosas: líbranos del mal...

Jesús tiene muchos nombres. Nosotros lo conocemos como el Libertador. Porque va gritando a los cuatro vientos: ¡Ha llegado el año de la gracia! ¡Ha llegado el año de la gracia! ¡Ha llegado el año de a gracia! Jesús sabe lo que hay en nuestros corazones y por ello se muestra audaz, compasivo, amoroso. Jesús se deja llevar por el Espíritu, por eso nos proclama que la esclavitud ha cesado. Que podemos retornar a casa y reencontrarnos con los que estábamos separados.

A nosotros las palabras de Jesús nos consuelan. Nos secan las lágrimas. Nos quitan el frío que llevamos por dentro. Que llevamos por dentro

Lectura de evangelio de Marcos 1: 21-28

Se dirigieron a Cafarnaún y, cuando llegó el sábado, Jesús entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Todos quedaban impresionados por sus enseñanzas, porque los enseñaba como quien tiene autoridad y no como los maestros de la ley. Estaba allí, en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu impuro, que gritaba: ¡Jesús de Nazaret, déjanos en paz! ¿Has venido a destruirnos? ¡Te conozco bien: tú eres el Santo de Dios!                           Jesús lo increpó, diciéndole:¡Cállate y sal de él!  El espíritu impuro, sacudiéndolo violentamente y dando un gran alarido, salió de él.  Todos quedaron asombrados hasta el punto de preguntarse unos a otros: ¿Qué está pasando aquí? Es una nueva enseñanza, llena de autoridad. Además, este hombre da órdenes a los espíritus impuros, y lo obedecen. Muy pronto se extendió la fama de Jesús por todas partes en la región  de Galilea.

Oración

Señor:

Nosotros nos enfrentamos a un mundo lleno de violencia,  de avaricias, de hambres y de fríos. Nosotros luchamos cada día para creer que Tú superaste toda muestra de maldad. Ayúdanos en esta hora que comienza el día a ver que Tú estás trabajando en nosotros  con signos de amor, con signos de justicia y de compasión mediante el Espíritu Santo. En Jesús esperamos. Amén

Augusto G. Milián

 

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