Hazme preguntas


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pensando en voz alta

En el corazón de los hombres y las mujeres del pasado el amor solía ser breve; pero el olvido se mostraba duradero. Nosotros no somos muy distintos a ellos. También para nosotros es tan corto el amor y tan largo el olvido.

La primera preocupación de los discípulos es material. Por eso insistimos en que no nos falte el pan cotidiano. Y cuando la preocupación llega a nosotros no somos capaces de recordar. Nos mostramos incapaces de traer a nuestra memoria las cosas que el Sr. Dios depositó y deposita en nuestras manos cada día cuando sale el sol.

Los discípulos están preocupados por el futuro. ¿Tendremos comida? ¿Tendremos salud? ¿Estaremos seguros aquí? ¿Seremos queridos por alguien? Pero el futuro está delante de ellos y ellos no le pueden ver. Y no se enoja, sino que les hace preguntas para reflexionar. Una detrás de otra. El futuro nos invita a salir de la superficialidad y de las interpretaciones literalistas.

Cuando los discípulos no ven más allá de sus miedos y de sus temores, Jesús les invita a recordar. Jesús les invita a ser agradecidos. A ver el mundo como lo ve el Sr. Dios. Y a escucharlo como lo escucha el Sr. Dios. Con los ojos abiertos. Con los dos oídos. Nosotros creemos que nuestro futuro está en Jesús.

Si, Jesús es el Señor del Futuro. Jesús es el Señor del Futuro. Jesús es el Señor del futuro. Y aunque ahora hayan nubes que nos impidan ver el sol. Y aunque vengan días en que el amor de muchos será azotado por el cierzo despiadadamente, también vienen días en que tendremos que repetir nuestro credo tres veces. Para no olvidarlo. Para entenderlo.

Lectura del evangelio de Marcos 8: 14-21

Los discípulos habían olvidado llevar pan. Solamente tenían uno en la barca. Jesús les recomendó: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de Herodes.                                                                                                                                      Los discípulos comentaban unos con otros: Esto lo dice porque no hemos traído pan. Pero, dándose cuenta de ello, Jesús les dijo: ¿Por qué estáis comentando que os falta el pan? ¿Tan embotada tenéis la mente que no sois capaces de entender ni comprender nada? ¡Tenéis ojos, pero no veis; tenéis oídos, pero no oís! ¿Ya no os acordáis  de cuando repartí cinco panes entre cinco mil personas? ¿Cuántos cestos llenos de trozos sobrantes recogisteis?  Le contestaron: Doce. Y cuando repartí siete panes entre cuatro mil personas, ¿cuántas espuertas de trozos sobrantes recogisteis? Le contestaron: Siete. Y Jesús les dijo: ¿Y aún seguís sin entender?

Oración

Señor del futuro:

En este día, hazme preguntas. Preguntas que me conmuevan. Preguntas que me despierten. Preguntas que me hagan vivir según el evangelio. Preguntas que me hagan seguirte más de cerca. Preguntas que me quemen por dentro. Preguntas que me hagan salir al mundo a compartir las buenas noticias.

Señor del Futuro, gracias porque ahora hace ya un año que puedo compartir con mis hermanos y hermanas estas píldoras de fe. Con gratitud, nosotros seguimos esperamos en Jesús. Amén. Amén. Amén.

Augusto G. Milián

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