Sobre el uso de la fuerza


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

I. Ester

 

a.     Para algunos puede ser incómodo realizar una lectura desde la violencia al libro de Esther. Libro donde no se menciona, por cierto, el nombre de Dios. Es una historia ubicada en el exilio. En el trono de Persia está Asuero, quien destituye a su consorte Vasti por desobedecerle y por temor a que el resto de mujeres la imiten.

b.    Un poco de relectura. El rey elije a Ester, una judía, de entre del grupo de concubinas y la convierte en reina. Ella es pariente de Mardoqueo un hombre de la corte que rivaliza con Amán, el favorito del rey. Amán para liberarse de Mardoqueo urde un plan genocida contra los judíos y lo publica en un edicto del rey. Mardoqueo pide a Ester su colaboración para convencer a Asuero de que revoque el edicto, pero a la vez conspira contra Amán. Ester utiliza las “armas femeninas” para seducir al rey y volverlo contra Amán. El plan funciona: Amán es ejecutado y los judíos son salvados.

c.     Ester es recordada como una heroína y salvadora del los judíos. La violencia que se ejerce en este relato es más el estereotipo de violencia  atribuida a las mujeres en las Escrituras.

 II. Violencia esencial

 a.     Para entender la manifestación de la violencia en las Escrituras hemos de leer Génesis 9. Aquí está la clave. Se nos cuenta que el hombre se ha hecho violento y Dios le ofrece un nuevo estatuto de dureza, pero limitando su violencia. Israel tendrá que exterminar a todos los que se encuentren frente a él, pero sólo a los varones. Ver Dt. 20:13. También destruirá sus ciudades, pero sin apropiarse de su bienes. Ver Josué 6:18. A la vez que se respetarán las alianza pactadas con las familias del lugar.

b.    Por muy compleja que sea la historia de estos textos y que no siempre son coherentes entre si, podemos encontrar en ellos la voluntad de contrarrestar, mediante una ley, la violencia resultante. Es como si se tratara de conjurar una amenaza de otra naturaleza: un mundo sin ley. Un mundo donde reina el caos. Un mundo que ya lo había experimentado, pues la tierra se había corrompido y llena de crímenes. Es sobre este mundo sobre el que viene el diluvio. Otra manera de utilizar la violencia para acabar con el caos.

 III. Algunas claves para entender lo que vendrá.

a. Hay otros elementos que debemos tener en cuenta para tener una idea general de la violencia en el lenguaje bíblico. Elementos que se manifiestan de una manera menos explicita porque provienen de tradiciones más antiguas.

 1.    La idea del dominio del hombre sobre la mujer. Génesis 3:16b. Esta idea no aparece ante lo que llamamos “la caída” sino como resultado de ella. La sustitución de un vestido vegetal por otro de origen animal supone una relación violenta con los animales. Pero lo que nos asombra es que sea el propio Sr. Dios quien tenga la iniciativa. Ver Génesis 3:21.

2.    También es Dios quien pone en la frente de Caín la señal misteriosa. Una especie de mensaje disuasivo para aquellos que intenten atentar contra su vida. Ver Génesis 4:15. Es una manera de evitar más derramamiento de sangre, pero esta vez mediante el miedo. En la tradición bíblica Cain y sis descendientes no serán tratados como unos criminales. Ver 1 Sam. 15: 4-6.

3.    Otra de las repeticiones más esgrimidas es el citado en Génesis 6. cuando se juntan las hijos de Dios con las hijas de los hombres engendrando una raza diferente de hombres. Es después de esta narración que se nos dice que la tierra esta corrupta y llena de crímenes.

b. Tres maneras de manifestarse la dominación en las Escrituras hasta donde hemos llegado.

i. dominación mansa del hombre sobre los animales. Génesis

ii. Dominación violenta del hombre sobre los animales. Génesis. 9:2.                                                        

iii. Dominación violenta del hombre sobre el hombre. Génesis. 9:25

IV. Antes de hablar de la no violencia hay que hablar de la no mansedumbre.

a.     En la narración bíblica cronológica primero encontramos la mansedumbre y es lo que se le pide al hombre en relación con los animales. Pero este tipo de mansedumbre fracasa ante la violencia. Sabemos que no es para siempre esta derrota. La mansedumbre se irá abriendo camino en todos los relatos violentos que nos encontremos en las Escrituras, pero nunca fuera de ella. 

 V. Comentarios o dudas.

 

 

 

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pocas cosas cura el silencio

Una corta oración

María, madre de Jesucristo, como testigo del amor. Una perspectiva protestante en el diálogo ecuménico