Los sonidos de la guerra


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                              I. No todo lo que Dios permite es de acuerdo a su deseo.

a. El hecho de que Dios permitiera a su pueblo ir a la guerra no significa que la guerra era su deseo. Por ejemplo, analicemos lo que Jesús dijo acerca del divorcio. Cuando Jesucristo defendió la santidad del matrimonio dijo: lo que Dios juntó, no lo separe el hombre y los fariseos le preguntaron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés darle carta de divorcio, y repudiarla?. Él respondió: por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así (Mateo 19:6-8).

b. Lo mismo sucede con la guerra. Dios permitió que los israelitas pelearan muchas de estas guerras debido a su falta de fe y a la dureza de su corazón. Pero, desde un principio, Dios había dispuesto pelear las batallas del pueblo de Israel.

II. La guerra utópica.

a.      Leer 2 Crónicas 20: 1-30. Estamos en la mitad del s. IX a. C. En Judá reina Josafat. Veamos como se remodela el relato a la luz de las normas de Deuteronomio 20.

1.     Josafat se pone a temblar

2.     Dirige una oración al Señor Dios de Israel.

3.     Palabras del levita

4.     Palabras del Rey

5.     La procesión  y los cantos delante del ejército.

6.     La acción de Dios. Siembra de discordia entre los enemigos que se habían aliado

7.     Israel encuentra cadáveres.

8.     Recogida del botín.

b.     Este relato nos puede traer a la memoria la toma de Jericó. Sobre todo por la procesión con instrumentos musicales. Pero no se si se han dado cuenta como el ejercito de Israel no participa en ninguna acción violenta, sus enemigos ya están muertos. Si antes teníamos la referencia de que el Señor mataba a sus enemigos, ahora ellos se matan entre si. Aquí la violencia mata al violento.

c.      Esta podría ser un relato utópico. Donde lo que realmente se expresa la esperanza de que las guerras que estén por venir tenga otro rostro. Porque el Señor ya le ha dicho con anterioridad a David que está cansado de tanta sangre derramada. 1 Crónicas 22:8.

III. La guerra según Salomón.

a.      Un axioma bíblico. El mal matará al malvado. Salmo 34:22. Nos anima a enfrentar las situaciones de nuestra vida porque de alguna manera nos habla de la exactitud y justicia del castigo.

b.     En otros pasajes, al violento se le deja a solas con su violencia. Pero esta es una concepción nueva de la venganza. Porque se cierra a permitir nuestra intervención.

c.      El día del juicio para Salomón no se escuchará ninguna condenación de los labios del Señor Dios. Los homicidas se condenaran a ellos mismos al ver a los justos que han asesinados. Es impresionante  el parecido que se nos viene a la mente con la muerte de Jesús en el Calvario.

IV. La esperanza del Antiguo Testamento: el fin de la guerra

a. Muchas de las profecías que encontramos en el Antiguo Testamento hablan sobre los horrores de guerras futuras. No obstante, estas mismas profecías anuncian también un futuro de paz.

b.  profeta Isaías describe algunos de los maravillosos eventos que tendrán lugar después del regreso de Jesucristo a la tierra, cuando las personas “volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (Isaías 2:4).

c. Eventualmente, Jesucristo, el Príncipe de Paz, pondrá fin a las guerras y restaurará la paz en el universo como siempre lo deseó (Isaías 9:6)

 

 

 

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