Como la oveja entre lobos


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

I.           La violencia y lo sagrado.

a. Una posible conclusión con los evangelios sinópticos nos permite acercarnos ahora al evangelio de Mateo. Y en este podemos encontrar dos ejes que marcan el ritmo: primeramente el debate con los grupos judíos y en segundo lugar, la redacción de la misión de los cristianos y la manera que la entendemos hoy.

 II. Mirando a Mateo con una lupa.

 a.     Leer Mateo 10: 16-23. Este pasaje le da título a nuestro encuentro en esta tarde como ovejas en medio de los lobos. Mateo tiene una experiencia que contar y se encargará de trasmitir a sus lectores. Tras cincuenta años de experiencia, la mayoría de las veces en condiciones durísimas y poco pacificas, los grupos cristianos de los cuales participa Mateo han visto como las relaciones con los grupos judíos han experimentado diferentes fases sobre todo las de ruptura. Estamos hablando entre los años 30 y 90 d. C. Lo que Mateo narra no se trata solamente de disputas sobre doctrinas sino más bien dan la impresión que son enfrentamientos entre familias, entre parientes, entre vecinos. La geografía es el entorno de Galilea y Siria, a donde habían huido un buen grupo de cristianos tras las persecuciones en Judea y la destrucción del templo en el año 70 por las tropas romanas. Es en este tiempo que hemos de darle importancia a la división dentro del judaísmo: por una parte tenemos a los protorrabínicos, que representaban el judaísmo más nacional y por otra parte los judíos mesiánicos o judíos convertidos al cristianismo. Esta separación fue dolorosa y ambos grupos acaban con grandes heridas. Los cristianos no tenemos la otra versión del problema, sólo podemos leer la versión de Mateo. Escrita en lo que más nos recuerda un campo de batalla. Y es a los cristianos precisamente a los que se nos presentan como perdedores, perseguidos, expulsados. La imagen no ha de ser más elocuente: como ovejas entre lobos. Es de este enfrentamiento que ha nacido el cristianismo y el judaísmo en su sentido más general. Después la historia dará cuenta de ambos.

b.    Leer Mateo 18: 15-20. Aquí tenemos un principio que se erige en norma para el cristianismo institucional, sino escucha a la iglesia, sea para ti como un gentil o un publicano. ¿Qué sabemos nosotros sobre los marcadores de la identidad judía? Sabemos dos cosas: la nacionalidad y el cumplimiento de la Ley. Cuando el cristianismo al que pertenece Mateo rompe con el judaísmo nacional se dedican a buscar el centro de su unidad en la figura de Jesús. recuerden las palabras de Jesús, ahora tienen otro sentido para los cristianos, allí donde hayan dos o tres reunidos en mi nombre allí estoy yo en medio de ellos. Ver Mateo 18: 15. Por tanto quien se separa de la comunidad o la desoye, o sea no acata su disciplina, queda fuera, precisamente se toma dos figuras que era externas ala nacionalidad judía: un gentil o un publicano o lo que es lo mismo un pagano o un mercenario al servicio de Roma. De nuestra experiencia con Zaqueo sabemos el trato que reciben los segundos por parte de sus vecinos. La comunidad cristiana, todo parece indicarnos, que hace uso de un lenguaje excluyente, como antes lo hicieron las comunidades judías, para preservar su unidad. A veces nos gustaría saber como era este proceso de echar fuera a los que no seguían la ortodoxia. ¿En realidad en la iglesia cristiana de este tiempo ya existía la excomunión? Sabemos lo que nos cuenta Mateo: los herejes eran excluidos. La historia del cristianismo tropezará una y otra vez con esta misma piedra. Lo sabemos por los procesos inquisitoriales, por las penas de muerte. Pero sigue habiendo muchas nubes sobre los principios del cristianismo

c.     Leer Mateo 23: 2-36. El v. 16 es importantísimo para nuestra comprensión. Ay de vosotros, escribas y fariseos. El Jesús de Mateo es durísimo en todo el capítulo con unos escribas y fariseos que están echando leña al fuego de la separación entre los judíos. Sospechamos que estos individuos en vez de aceptar el camino de Jesús se dedican a expulsar  los cristianos de entre ellos.

d.    Leer Mateo 25: 31-46. Durante años se ha considerado por parte de los exegetas bíblicos como un texto muy fuerte de la violencia verbal de Jesús y de cierto sector del cristianismo. Pero antes de posicionarnos recordemos que estamos ante un texto paradójico y que trata de tocar varias teclas. Por ejemplo, en este texto se nos dice que Jesús está para todos los necesitados, Y si Jesús le pide a sus seguidores que acojan y ayuden a todos los necesitados sin ejercer condena sobre ellos sería muy contradictorio que Jesús se dedica a condenar a nadie. Asi que podríamos espechar que más que una condena tácita se trata de un aviso, de una especie de advertencia.

e.     Leer Mateo 28: 16-20. La misión de los cristianos es salvar, no son llamados a condenar. O al menos es el énfasis del texto, ¿sino que sentido tendría bautizar y enseñar? Para sorpresa de muchos aquí desaparece el dualismo que tanto nos gusta de los buenos y los malos, la derecha y la izquierda, los negros y los blancos. Aquí se promueve la salvación para todos.

 Tiempo para hacer preguntas y comparti opiniones

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pocas cosas cura el silencio

Una corta oración

María, madre de Jesucristo, como testigo del amor. Una perspectiva protestante en el diálogo ecuménico