La mansedumbre tiene premio


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 I. Lectura de Mateo 5,5

 II. La mansedumbre no significa debilidad.

 a.     la palabra griega utilizada por Mateo praüs tiene que ver con la cualidad de suave, humilde, considerado; pero de alguna manera también está relacionado con el dominio propio.

b.    Esta tercera bienaventuranza está ubicada entre los que lloran por el pecado y los que tienen hambre y sed de justicia. Generalmente no tenemos reparos en decir al Sr. Dios que somos pecadores en nuestras oraciones, pero nos cuesta, y mucho, permitir que sean otros quien digan tal cosa de nosotros. La mansedumbre tiene que ver con esto.

c.     La mansedumbre puede significar muchas cosas para muchas gentes, pero podríamos definirla como tener una idea adecuada de nosotros mismos lo que nos permite mantener una actitud adecuada hacia los demás. Una persona es mansa cuando se asombra de que Dios y los hombres y las mujeres tengan tan buena opinión de él.

d.    La naturaleza humana pugna siempre por expresarse; está siempre lista para luchar. Para decir la última palabra. Pero esto no tiene nada que ver con la mansedumbre.

 III. ¿Qué nos dice esta bienaventuranza sobre el Sr. Dios?

a.     La razón por la que esta pregunta debería ser lo más importante en nuestras mentes es que si no tenemos una respuesta, no seremos capaz de cumplir el objetivo de nuestro Señor en este sermón. Mateo 5,16.

b.    ¿Esta es una bienaventuranza nueva? Pues no. Probablemente el mejor lugar para comenzar es el Salmo 37 porque es casi seguro que esta bienaventuranza es una cita o alusión al Salmo 37:11. Los mansos poseerán la tierra, y se deleitarán con abundante prosperidad. En el Antiguo Testamento griego, las palabras del Salmo 37:11 son casi idénticas a las de Mateo 5:5.

c.     Muchas personas, creyentes también, atesoran una falsa idea de Jesús. Algunas por una mala exégesis y otros porque han dejado que el arte les diga quien es Jesús sin leer las Escrituras. La tercera bienaventuranza deja perplejas a muchas personas en el trabajo, en parte porque no entienden qué significa ser humilde (manso, en otras versiones). Muchos suponen que el término significa débil, soso o falto de valor. Sin embargo, la perspectiva bíblica de la humildad es que es poder bajo control. En el Antiguo Testamento, Moisés fue descrito como el hombre más humilde de la tierra. Ver Nm 12:3. Jesús se describió a sí mismo como manso y humilde. Ver Mt 11:28–29, lo que no contradice su acción enérgica al limpiar el templo. Ver Mt 21:12–13.

IV. Hablemos de la recompensa de los mansos.

a.     A los mansos se les ofrece, nada más y nada menos, que la tierra en herencia. La cultura en que vivimos nos dice que la gente mansa, generalmente no recibe mucho, pues son silenciosos y casi transparentes. Son los fuertes los que reciben recompensas. No tenemos que ir muy lejos, Israel para ganarse la tierra prometida tiene que luchar. Pero la herencia de la que se habla es espiritual y esa no se gana por la fuerza, sino con mansedumbre.

b.    Este mismo principio opera hoy. Aunque nos cueste reconocerlo. Los poderosos, los ricos, los famosos pueden jactarse de que tienen el control, la influencia y el poder. Pero siguen sin librarse de la enfermad y de la muerte como el resto de los mortales. La promesa de un cielo nuevo y una tierra nueva no es para ellos, sino para los mansos.

c.     En el contexto judío recibir la tierra por heredad llegó a ser expresión proverbial del mayor bien, significaba pues obtener las bendiciones supremas, la felicidad verdadera ahora mismo.

V. Marcas del manso.

a.     Controla su ira. Ver Marcos 3:5.

b.    Perdona sin guardar rencor. Ver Lucas 23:34

c.     Su actitud al enseñar a otras personas. Ver Gál. 6:1-2

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pocas cosas cura el silencio

Una corta oración

María, madre de Jesucristo, como testigo del amor. Una perspectiva protestante en el diálogo ecuménico