Limpiar lo de afuera es fácil


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

I. Lectura de Mateo 5,8.

II. La limpieza exterior.

 a. En el judaísmo, la ablución es una purificación ritual que puede ser una inmersión de todo el cuerpo o una sencilla aspersión de agua sobre las manos.

 b. El mikvé es el espacio donde se realizan los baños de purificación que prescribe el judaísmo. Es un lugar que en el que se utilizan aguas de origen natural, como el agua de lluvia, de un río o de un manantial, y en ningún caso agua estancada.

 c. En los tiempos bíblicos, la mikve se usaba principalmente con fines de purificación. Era necesario para diversos escenarios, incluidas las mujeres después del parto, las personas que se recuperaban de determinadas enfermedades y aquellos que deseaban convertirse al judaísmo. Sin embargo, con el tiempo, la mikve adquirió significados simbólicos adicionales y amplió su papel en la vida judía.

d. Algunos aspectos clave del significado de la mikve incluyen:

  1. Pureza y Renovación: La inmersión en la mikve es una forma de purificación espiritual, que simboliza un nuevo comienzo o renovación. Permite a las personas limpiarse de impurezas y entrar en un estado de preparación espiritual.
  2. Transición y Transformación: La mikve sirve como punto de cruce simbólico en diversas transiciones de la vida, como el matrimonio, la conversión y el duelo. Representa dejar atrás lo viejo y abrazar un nuevo capítulo en la vida.
  3. Conexión con la herencia judía: La inmersión en la mikve conecta a las personas con su ascendencia judía y refuerza su sentido de pertenencia a la comunidad judía. Sirve como una forma de honrar las tradiciones antiguas y reforzar los valores judíos.

III.          Los limpios de corazón.

a.     Resulta obvio que la palabra de corazón, indica la clase de limpieza a la que Jesús alude. De la misma manera que la palabra de espíritu, hacia referencia al tipo de pobreza que Jesús espera de sus seguidores.

b.    Generalmente los cristianos han asociado a los limpios de corazón con la limpieza interior, o sea la ausencia de impurezas morales o que impedían la participación en las ceremonias. Los antecedentes los encontramos en el libro de Salmos. Ver Salmo 24,3.

c.     Jesús hace patente el problema de la limpieza interior en su debate con los fariseos y se queja de la obsesión de ellos por la limpieza ceremonial externa. Ver Mateo 23,26.

IV.          Lo de afuera y lo de adentro.

a.     Podemos decir negativamente, que los bienaventurados, no son los que tienen la mejor doctrina o conducta. Desafortunadamente en la iglesia cristiana muchos han tomado posiciones extremas. Unos enfatizan demasiado en la doctrina, en la comprensión de la fe, y se han limitado a esto como si en último término la fe fuera una mera cuestión de intelecto o comprensión. Al punto, que para algunos ha sido suficiente recitar una confesión de fe como identificación con las doctrinas correctas, como identificación con el pueblo de Dios, como lo único suficiente para ser cristiano. Así algunos pueden tener un interés solo mecánico por la Palabra de Dios, y pueden pensar que con solo estudiar la Biblia todo marcha bien. Pero la fe no es cuestión tan solo de la cabeza sino también del corazón. La educación por sí sola no puede cambiar el ser mismo de una persona, se necesita del poder de Dios que opere ese cambio interior para poder obedecer a la educación que él imparte.

b.    Por otro lado, están los que sobre enfatizan en la conducta, ética o moral cristianas, al punto que para llegar a ser cristiano, es necesario hacer tal o cual cosa, seguir tal o cual regla, y olvidan que es imposible para el hombre hacerse cristiano, y se olvidan de este sermón del monte que no enseña cómo llegar a ser cristianos, sino qué y cómo son los cristianos, qué y cómo viven los cristianos. Se necesita una adecuada comprensión de la doctrina, se necesita un asentimiento sincero de la verdad Bíblica, pero en esto solo no radica ser cristiano. Se necesita una conducta adecuada, acorde con el llamamiento de Dios, pero ser cristiano no es tampoco mera cuestión de una conducta, sino también del corazón. Esto nos lleva a la segunda respuesta de esta pregunta, acerca de quiénes son los bienaventurados de esta declaración.

V.             Los que verán al Sr. Dios.

a. Sólo ellos ven a Dios moviéndose a través del tiempo, y aprenden de la historia. Sólo ellos lo ven en la naturaleza como creador soberano y elevan proclamas de adoración a Su nombre.  Sólo ellos pueden ver a Dios en los eventos de la vida diaria, lo ven desarrollando y moldeando la vida de cada creyente.  Sólo los de limpio corazón pueden ver a Dios manifestándose y revelándose en las Escrituras, y aceptan Su guía y dirección obedeciéndole. Lo ven cumpliendo Su propósito en sus vidas.

VI. Preguntas, dudas, opiniones, etc

 

 

 

 

 

 

 

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