¿Para qué somos bendecidos?


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

I.Leer Mateo 5, 13-16

 II. La influencia.

 a.     Si las bienaventuranzas describen el carácter de los cristianos, la metáfora de la sal y de la luz han de ocuparse de describir la influencia que pueden ejercer en su entorno.

b.    ¿Pero, pueden las personas que describen las bienaventuranzas ejercer alguna influencia en una cultura tan áspera y endurecida?¿No se asemejará a dar coses contra un aguijón?

c.     Jesús no es un escéptico. Sin necesidad de comprobarlo sabemos que la cultura imperante se opondrá a la iglesia. Ver vv. 10-12. Pero el llamado es servir al mundo. Esta ha de ser nuestra única venganza.

d.    Para explicar el alcance de la influencia Jesús hace uso de dos metáforas muy comunes en la vida de sus oyentes y en sus hogares. Toda casa por muy pobre que fuera tenía sal y tenía luz. Eran artículos indispensables. La primera como condimento y preservador. La segunda para ver y sostener la vida.

e.     La relación que vinculará al mundo y los discípulos será mediante lo que estos puedan hacer por el primero. Y no lo contrario.

 III. La sal. v.13.

 a.     Aquí la afirmación brutalmente franca y comunitaria. Si antes, en las bienaventuranzas los bienaventurados era un individuo en particular, ahora la influencia es comunitaria. Y la comunidad de creyentes es la que impide que el mundo que habita se corrompa.

b.    La efectividad de esta influencia: la sal, tiene una condicionalidad, tiene que dar sabor. Y no puede perder esta condición.

c.     La influencia de los discípulos de Jesús está estrechamente vinculada a su parecido con Jesús. Asi como la sal tiene la capacidad de dar sabor. La perdida de influencia en el cristianismo es notorio en la historia de la iglesia cuando estos se dejaron domesticar por la cultura imperante. Y es que la influencia está condicionada a que sean distintos no semejantes. Y es precisamente esta diferencia la que puede resultar atractiva.

d.    La sal no útil se torna molesta. Ocupa un espacio que no le pertenece. Y entonces es echada fuera. La ilustración es triste, pues comenzamos hablando de ser de influencia, de ser sabor y ser conservante a ser un material sobre el cual todos caminan.

 IV. La luz. Vv. 14-16.

 a.     La segunda metáfora sobre la influencia de los cristianos también esá expresada en sentido comunitario. Más tarde Jesús diría. Yo soy la luz del mundo. Ver Juan 8,12. ¿Pero de que luz se trata?

b.    Jesús deja claro que ahora está hablando de las buenas obras, uno de los pilares de la praxis del judaísmo de su tiempo. Pero aquí lo que cambia es la intencionalidad del hecho, ara que viendo vuestras buenas obras glorifiquen al Padre que está en los cielos.

c.     En el s. I las buenas obras eran aquellas acciones que hacían los judíos para hacer soportable la vida de los desafortunados. Pero ahora se trata de todo lo que los cristianos pueden hablar y hacer. En la tradición del AT, la luz era un símbolo de la verdad que se revelaba a los hombres. Ver Salmo 27,1. Y esa verdad tenia que ser manifestada. Hablada.

d.    Para Lutero creer, confesar y enseñar la verdad eran señales de practicar buenas obras productote la regeneración que el ES había estado haciendo en nosotros. Pero no tenemos porque limitarlas a estas acciones solamente. Las obras pueden ser de amor y de fe. No sólo expresan nuestra fidelidad al Sr. Dios sino que hablan de nuestro interés por el prójimo. Y han de ser prácticas.

e.     Como sucedió con la sal, también el ser luz requiere de una condicionalidad: el alumbrar. Si la sal puede ser inutilizada, la luz puede tornarse en oscuridad.

f.      En otras palabras los discípulos no han de ocultar su identidad. No debemos fingir lo que no somos. Sino resultar transparentes para todos. Para los de adentro del salero y para los de afuera.

 V. Opiniones, ideas, preguntas, dudas, etc.

 

 

 

 

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