Las palabras que repetimos
Hay que encender una luz en la oscuridad Buen martes para los que me escuchan desde lejos. Buen martes para los que escuchan desde cerca. Cada día es un regalo, pero a usted y yo lo hemos olvidado . Algunas personas vienen y me dicen en voz baja, para que nadie los escuche, que el sufrimiento es bueno. Que nos endurece por dentro y por fuera. Que es la manera que utiliza el Sr. Dios para saber de nuestra fidelidad. Pero yo no asiento, me quedo en silencio. No comparto este criterio. En realidad, sufrir no nos hace mejores personas ni nos lleva una geografía apacible. Hay enfermedades que duran mucho. El texto bíblico de esta mañana nos habla de algo así. Hay un hombre enfermo por mucho tiempo. A penas se puede mover. Y Jesús le hace una pregunta para la que todos nosotros tenemos una respuesta obvia. Pero lo que nos sacude es por qué Jesús querría curar a este hombre. ¿Para demostrar que el Sr. Dios es bueno? ¿Para acrecentar su autoestima? No y no. Jesús
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