Y viven sin miedos
Pensando en voz alta Vivimos en una sociedad que da por hecho que los hombres y las mujeres tenemos todas las respuestas al alcance de las manos. Y como hemos sido domesticados por la cultura, ante una interrogante lo que solemos hacer es mirar hacia otro lado. Como si los cuestionamientos no estuviesen frente a nosotros. Pero la realidad es muy distinta. La mayoría de las veces andamos llenos de dudas, de cuestionamientos, de falta de entendimiento. Los discípulos no sólo son los que están dispuestos a aprender, sino que son los que cuando tienen una interrogante le preguntan al Maestro. Los discípulos han de poner a un lado, como si de una piedra pesada se tratase, la pena o la vergüenza y aferrarse a la búsqueda del conocimiento. Los discípulos son los que se proponen el discernimiento, la cultura y la sabiduría. Jesús sabe que en los discípulos el trigo y la maleza crecen juntos. Sabe que en nosotros hay fortalezas y debilidade...